La Fiscalía de Wuppertal (oeste de Alemania) presentó en las últimas horas los cargos contra los tres investigados por el caso de chantaje a la familia del expiloto de Fórmula 1, Michael Schumacher.
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Entre los tres acusados se encuentra un guarda de seguridad de una discoteca, su hijo y un antiguo empleado de seguridad de la familia del heptacampeón del mundo de la gran carpa del automovilismo.
Michael Schumacher durante una sesión libre del Gran Premio de Singapur de Fórmula Uno.
Foto:EFE
Según la investigación, el que fuera trabajador de la familia de Schumacher puso a disposición del portero grabaciones privadas para chantajearlos.
Millonarios intento de extorsión
Los presuntos autores hicieron varias llamadas para extorsionar a la familia Schumacher con 15 millones de euros o, de lo contrario, publicarían archivos y material privado, obtenido y suministrado por el propio exempleado, en la red oscura.
En el momento de la primera detención, en junio, se incautaron de hasta 1.500 documentos, entre fotografías, vídeos e informes médicos del alemán en discos duros, memorias USB y teléfonos móviles.
Michael Schumacher
Foto:AFP
El portero de discoteca involucró a su hijo en el momento del arresto (fue el primer detenido), el cual fue puesto en libertad bajo fianza y con requisitos de presentación de informes, mientras que fue el padre quien reveló a investigadores la identidad de la persona que les había hecho llegar los documentos de Schumacher.
Dos semanas después, este sería detenido en su apartamento de Wülfrath (Renania del Norte-Westfalia) y le confiscaron más dispositivos electrónicos con material sensible del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1.
De acuerdo con Marca de España, “los perpetradores de este delito se enfrentan a una pena de incluso cinco años de prisión. Veremos sin son declarados culpables y cuál es el castigo que reciben en el caso de que se demuestre su responsabilidad en estos execrables hechos”.
Michael Schumacher
Foto:AFP
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Con EFE.
