Sin estrés en casa: 5 reglas para generar endorfinas
No a todo el mundo afecta por igual, pero por lo general, los espacios ordenados, no muy recargados y con luz, producen una especie de masaje mental que calma e incita a la relajación. Aunque sobre el hype del orden (en TikTok y en la vida real) hemos hablado largo y tendido, esta vez vamos a abordar las recomendaciones de los expertos para lograr el bienestar en casa. Y no, no tiene que ver con poner orden a lo Marie Kondo, sino algo mucho más sencillo basado en la influencia que tiene el entorno en el que pasamos nuestras horas más importante del día. La psicóloga y creadora del método Camino Kaizen, María Martínez Diez, las llama “horas vulnerables” porque es cuando nos relajamos y recargamos energía. Hablamos de pequeños cambios que reportan muchos beneficios a nivel emocional y cerebral. “Un entorno en el que miras a tu alrededor y te gusta lo que ves, genera endorfinas, te hace sentir bien. Uno en el que a cada lugar que miras tienes una cosa por hacer, o te quejas porque no te gusta, o lo ves desordenado y te estresas porque piensas que no te da tiempo a ordenarlo, te hace sentir mal. De hecho, muchas veces hace que no quieras estar en tu propia casa, que prefieras irte, alargar tu jornada laboral o llegar justo para dormir. Eso son señales de que hay cambios que necesitas hacer, por supuesto en tu vida, pero también en tu casa como tu protectora y la que te recarga de energía”, adelanta la psicóloga.
#1. Piensa en lo que ves cuando estás en sofá o en la cama
Aunque hay teorías que hablan de posicionar elementos de descanso como la cama en función de los puntos cardinales, hay reglas mucho más sencillas. Así nos lo explica Ana Latorre Izquierdo, arquitecta de Espacia Proyectos de Arquitectura. (realiza en exclusiva proyectos para Mar Real Estate Madrid). “Si nuestro dormitorio y salón nos lo permiten, lo ideal sería disponer la cama o el sofá en una posición que podamos mirar hacia la ventana, con amplitud de vistas al exterior, y si desde allí se ve el atardecer amanecer mucho mejor”, apunta. Consciente de que con las viviendas actuales esto no siempre es posible, la arquitecta añade otra alternativa. “Pensar en lo que vemos cuando estamos tumbados o sentados”. Y eso implica, por ejemplo, no recargar esas paredes a las que miramos cuando estamos en el sofá o en la cama y decantarse por muebles bajos a poca altura del suelo. “Otorgan más amplitud al espacio y un ambiente relajado”, añade.
#2. Deshazte de lo que no te gusta
Practicar el desapego material es algo necesario desde el punto de vista emocional, pero la experta de Camino Kaizen lo resume de una forma más sencilla con ejemplos que nos harán dar el paso y tirar todo aquello que nos carga mentalmente en casa. “Es muy importante que hagamos nuestro el entorno en el que estemos, que sintamos que nos identifica y que nos aporta lo que necesitamos. Más allá de los colores de moda, lo único que importa es que tú mires y te sientas bien. Cuando te des cuenta de que algo no te gusta, actúa para cambiarlo lo antes posible. Coge ese papel que se ha caído, tira ese boli que siempre que lo coges no funciona, quita de la vista esa figurita que cuando la miras deseas que se caiga al suelo accidentalmente… Un lugar que te calme es posible, y depende de ti”.
#3. No conviertas tu casa en un invernadero
Decorar con plantas es otra de las fiebres en TikTok pero Latorre Izquierdo aconseja poner plantas con moderación. “Introducir plantas aporta conexión con la naturaleza, limpian y refrescan el ambiente. Sin embargo, no recomendamos hacer un vivero de tu hogar, pero decimos ‘sí´ a introducir plantas en la decoración teniendo en cuenta la amplitud del espacio y la entrada de luz”.
#4. Perfuma tu casa con aromas que te hagan sentir bien (y hornea galletas de vez en cuando)
Hace unos días fui testigo de cómo se le preguntó a Chiara Ferragni cuál era su olor favorito y respondía divertida: “El olor de la pizza. Me encanta cuando llegas a una casa y huele a pizza, a galletas…”. Una afirmación que resume a la perfección la importancia que tienen los olores en casa a la hora de hacernos sentir mejor. “Tenemos infinidad de recuerdos asociados a los aromas. La colonia de tu madre, de tu padre, de tu abuela… El olor de la comida cuando ibas los domingos a casa de tu tía favorita. El olor de la playa los días de verano, el jazmín, las plantaciones de lavanda. El olor a limpio que hay quien lo asocia al jabón de Marsella o a Nenuco. Cada persona tiene un registro inmenso de olores que están unidos a emociones, a recuerdos”, explica Martínez Diez. Por eso la psicóloga aconseja poner diferentes aromas en cada estancia dependiendo del uso que se le de para potenciar lo que se hace en ella. Eso se resume en notas frescas como la albahaca para la cocina; lavanda en el baño; notas amaderadas como el jengibre o el sándalo en el salón; y notas de mimosa o jazmín en el dormitorio.
#5. Evitar el ‘efecto pecera’ con la regla del horizonte
Esta recomendación no implica cambiar el mobiliario, sino simplemente su disposición. “Cuando buscamos equilibrio y armonía para conseguir sensaciones de bienestar la clave es disponer los muebles pensando en la posición que vamos a tener cuando usemos ese espacio. Es decir, no colocar los muebles por encima de nuestra línea visual del horizonte”, explica la experta de Espacia Proyectos de Arquitectura. Por poner una referencia, en las estancias en las que estamos sentados, ese horizonte suele estar en torno a 1,15 metros (los muebles, por tanto, del salón o el comedor, no deberían superar esas medidas). “Se trata de crear espacios por y para el uso que tienen, otorgándonos el mayor confort y bienestar para crear un espacio equilibrado y armónico evitando un efecto pecera”. Esto aplica también a la altura de los cuadros y otros elementos decorativos, que han de estar dispuestos teniendo en cuenta el conjunto”.
