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La carrera de Daniel Ricciardo ha dado mucho de qué hablar dentro del paddock, en especial su etapa en Red Bull que estuvo ligada a la irrupción de un gran Max Verstappen con el que tuvo algún que otro altercado, como fue en la carrera de Bakú de 2018, donde ambos pilotos terminaron fuera de carrera tras sufrir un toque.
Una trayectoria deseada por muchos
Si bien es cierto que el potencial del australiano era muy amplio, y más aún tras batir en su primer año a un Sebastian Vettel que venía de ganar 4 mundiales consecutivos, la realidad es que tras su salida de Red Bull el piloto no ha hecho más que ir cuesta abajo y sin frenos.
Primero se fue a Renault donde únicamente logró 1 podio en el GP de Francia de 2020, para posteriormente fichar por el equipo McLaren en 2021. Los dos años en el equipo papaya hicieron mucho daño a la reputación del australiano, que no terminaba de encontrar el ritmo competitivo que sí hacía Lando Norris. Hasta llegados el GP de Singapur con el equipo RB, quienes admitieron que después de la carrera en Marina Bay, valorarían otras opciones.
“Di lo mejor que pude, digamos que el final del cuento de hadas no sucedió, pero también tengo que mirar hacia atrás y ver lo que fue. Trece años más o menos y estoy orgulloso”, decía el piloto de RB.
“Normalmente, los pilotos no nos fijamos demasiado en el piloto del día, pero hoy puedo decir que es algo por lo que estoy agradecido. El de hoy significa algo”, prosiguió.
“No es una noticia triste. Si esto fuera todo… no quiero que sea una historia triste, pero fue hermosa. Existe la posibilidad de que no esté en Austin”, concluyó Daniel Ricciardo.
Es así como el piloto de RB se toma como despedida esta carrera del GP de Singapur, en la que no ha podido sumar puntos y termina de forma agridulce una carrera profesional envidiable.