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Casi pasado septiembre y con la vuelta a la rutina, llega el momento de los propósitos para adoptar nuevos hábitos. En este sentido, la alimentación, el deporte y el auto-cuidado adquieren un protagonismo importante en los objetivos de la mayoría. Sin embargo, el exceso de información que podemos encontrar hoy día gracias a las nuevas tecnologías muchas veces hace que nos sintamos perdidos ante recomendaciones contradictorias y no sepamos por dónde empezar. ¿A quién podemos acudir para saber qué pautas aplicar?
Los profesionales de Enfermería son los sanitarios que más confianza transmiten a los pacientes. Según el Barómetro Sanitario 2023 del CIS1, son el personal sanitario mejor valorado de la sanidad española, con un 8,29 de media. Casi ocho de cada diez (77,4%) pacientes puntúa con un ‘notable’ la atención por parte de estos profesionales, y tan solo uno de cada diez usuarios considera insatisfactoria la seguridad que les brindan. Además, el tiempo limitado por consulta con el médico de familia o el especialista hacen que sea difícil abordar temas como la nutrición o el ejercicio. Por todo ello, las enfermeras y los enfermeros tienen un papel fundamental a la hora de educar y motivar a los pacientes para que realicen cambios para seguir un estilo de vida saludable.
Precisamente la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (ADENYD) que agrupa a enfermeras y enfermeros con especial interés en los cuidados nutricionales, celebra estos días el 24 Foro Adenyd en Las Palmas de Gran Canaria. Temas como el ejercicio físico, las dietas de moda en los últimos tiempos, la importancia de la prescripción en alimentación en Atención Primaria, la microbiota o las recomendaciones ante la ingesta de bebidas fermentadas dentro de la Dieta Mediterránea serán debatidos estos días por los enfermeros y enfermeras.
“En un mundo cada vez más consciente de la importancia de su alimentación, es fundamental promover un estilo de alimentación saludable y sostenible” ha declarado el Prof. Jesús Román Martínez, presidente de la Fundación Alimentación Saludable, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. “Sin embargo, existe mucha desinformación en temas de nutrición. La población considera que su alimentación es adecuada y mediterránea, sin tener claro lo que debe cambiar, y muchas veces cayendo restricciones sin base científica. Los profesionales de enfermería son un pilar en el cuidado diario del paciente, y pueden jugar un rol esencial para fomentar la educación nutricional de las personas y prevenir que la incidencia enfermedades crónicas como la diabetes sigan aumentando.”
En su ponencia en el Foro de la asociación nacional de Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética, el Prof. Martínez ha profundizado en el concepto de Dieta Mediterránea y, adicionalmente, sobre el papel de las bebidas fermentadas dentro de esa dieta y cómo pueden abordar las y los enfermeros los consejos sobre el consumo de este tipo de alimentos y bebidas como la cerveza. “Si eres consumidor de cerveza, conviene recordar que, siempre que no haya contraindicaciones por motivos de salud, un consumo moderado y responsable por parte de adultos sanos debe realizarse siempre en el contexto de una dieta mediterránea y un estilo de vida equilibrado” ha declarado el experto en nutrición y salud pública, añadiendo que no hay que olvidar que “las cantidades máximas de ingesta estimadas para estos consumidores adultos son de 200-300 ml/día para las mujeres y 400-600 ml/día para los hombres2”.
Además de seguir hábitos alimentarios saludables, el especialista ha reforzado que, a la hora de explicar la Dieta Mediterránea a sus pacientes, se ha de tener en cuenta que “la alimentación ha de considerarse como un fenómeno complejo donde se entrecruzan las apetencias, las costumbres y la cultura, los hábitos, la hidratación y la nutrición”. La Dieta Mediterránea es un estilo de vida que contempla otros aspectos como la socialización, practicar ejercicio físico de manera regular y el consumo de una cantidad adecuada de líquidos, acciones que influyen, junto con nuestra alimentación, en otros aspectos de nuestro bienestar como la salud mental, siempre desde y dentro del equilibrio.
