El magnate de la música Sean “Diddy” Combs fue arrestado, en la noche de este lunes, en Manhattan, Nueva York, luego de que un gran jurado emitiera un pliego acusatorio en su contra.
Los detalles de los cargos no fueron anunciados inmediatamente por los fiscales, pero el abogado de Combs, Marc Agnifilo, emitió un comunicado diciendo: “Estamos decepcionados con la decisión de perseguir lo que creemos que es un procesamiento injusto del Sr. Combs por parte de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos”.
Añadió que Combs había viajado a Nueva York la semana pasada en previsión de que se presentaran los cargos.
“Es una persona imperfecta, pero no es un criminal”, dijo Agnifilo.
Los cargos penales supondrían un importante pero no inesperado derribo de uno de los productores más prominentes y de los nombres más famosos de la historia del hip-hop.
La investigación federal sobre Combs, de 58 años, se reveló cuando los agentes de Homeland Security Investigations entregaron órdenes de registro simultáneas y allanaron las mansiones de Combs en Los Ángeles y Miami el 25 de marzo.
Al día siguiente de las redadas, su abogado defensor, Aaron Dyer, las calificó de “uso excesivo de la fuerza militar”, dijo que las acusaciones eran “infundadas” y afirmó que Combs era “inocente y seguirá luchando” para limpiar su nombre.
Combs, conocido entonces como Puff Daddy, estuvo en el centro de las batallas de hip-hop entre la Costa Este y la Costa Oeste en los años 90 como socio y productor de Notorious B.I.G., que murió tiroteado en 1997. Pero como muchos de los que sobrevivieron a la época, su imagen pública se había suavizado con la edad hasta convertirse en un gentil anfitrión de fiestas en Hollywood y los Hamptons, un hombre de negocios a la moda y un padre cariñoso que mimaba a sus hijos, algunos de los cuales perdieron a su madre en 2018.
Pero una imagen diferente comenzó a emerger en noviembre, cuando su antigua protegida y novia, la cantante de R&B Cassie, se convirtió en la primera de varias personas que lo demandaron por abuso sexual con historias de un flujo constante de trabajadoras sexuales en entornos llenos de drogas donde algunos de los involucrados fueron coaccionados o engatusados para tener relaciones sexuales.
En su demanda de noviembre, Cassie alegó años de abusos, incluidas palizas y violaciones. También alegó que Combs se dedicaba al tráfico sexual al “obligarla a participar en actos sexuales forzados en múltiples jurisdicciones” y al “acoger y transportar a la demandante con fines sexuales inducidos por la fuerza, el fraude o la coacción”. También decía que la obligó a ayudarle a traficar con trabajadores sexuales masculinos con los que Combs obligaría a Cassie a mantener relaciones sexuales mientras él filmaba.
La demanda se resolvió al día siguiente, pero sus repercusiones durarían mucho más. Combs perdió aliados persistentes, partidarios y quienes se reservaban el juicio cuando la CNN difundió en mayo un vídeo filtrado en el que se le veía pegando puñetazos a Cassie, dándole patadas y tirándola al suelo en el pasillo de un hotel.
Al día siguiente, en su primer reconocimiento real de haber actuado mal desde que comenzó el torrente de acusaciones, Combs publicó un vídeo en las redes sociales en el que pedía disculpas: “Me daba asco cuando lo hice” y “me da asco ahora””. A la demanda de Cassie siguieron al menos media docena más en los meses siguientes.
En febrero, un productor musical presentó una demanda alegando que Combs le coaccionó para que solicitara prostitutas y le presionó para que mantuviera relaciones sexuales con ellas.
Otra de las acusadoras de Combs fue una mujer que dijo que el productor de rap la violó hace dos décadas, cuando ella tenía 17 años.
Otra mujer que presentó una demanda, April Lampos, dijo que era una estudiante universitaria en 1994 cuando conoció a Combs y comenzó una serie de “aterradores encuentros sexuales” con Combs y sus allegados que duraron años.
Combs y sus abogados negaron casi todas las acusaciones de las demandas.
Aunque las autoridades no dijeron públicamente que las demandas desencadenaron la investigación criminal, Dyer dijo cuando se entregaron las órdenes de arresto que el caso se basaba en “acusaciones sin mérito hechas en demandas civiles”.
La AP no suele nombrar a las personas que dicen haber sufrido abusos sexuales a menos que se presenten públicamente como hicieron Cassie y Lampros.
Como fundador de Bad Boy Records, Combs se convirtió en uno de los productores y ejecutivos de hip-hop más influyentes de las últimas tres décadas Junto a Notorious B.I.G. trabajó con un montón de artistas de primer nivel como Mary J. Blige, Usher, Lil Kim, Faith Evans y 112.
Las funciones de Combs en sus negocios más allá de la música -incluidas las lucrativas bebidas alcohólicas de marca propia, una empresa de medios de comunicación y la línea de moda Sean John- sufrieron importantes golpes cuando surgieron las acusaciones.
Las consecuencias fueron aún mayores cuando se filtró el vídeo de la paliza. La Universidad Howard cortó lazos con él, y devolvió su llave de la ciudad de Nueva York a petición del alcalde.
