Según el Wall Street Journal, Musk financió con cientos de miles de dólares una ofensiva publicitaria contra Garza, quien ganó su cargo con el apoyo financiero de George Soros. Musk respaldó a la organización Saving Austin, que gastó más de $650,000 en volantes, anuncios y mensajes para demonizar a Garza.
La campaña usó propaganda similar a la que Musk promueve en su plataforma de redes sociales X, presentando a Garza como una amenaza para la seguridad pública. A pesar de estas tácticas, Garza retuvo su puesto con el 67% de los votos. Garza comentó que los multimillonarios MAGA tratan a Texas como un campo de pruebas para políticas extremistas y advirtió que pueden ser derrotados.
Musk y Trump: dos poderosos aliados
Musk ha estado muy activo en la política estadounidense, incluso creando un Super PAC para apoyar la reelección de Donald Trump, aunque luego retrocedió en su promesa de gastar $45 millones al mes. Trump ha prometido a Musk un papel en su próxima administración, posiblemente para dirigir una fuerza de tarea de “Eficiencia del Gobierno.”
Musk ha presentado su actividad política como una lucha contra los liberales autoritarios y ha criticado al Partido Demócrata. Aunque ha abogado por la “libertad de expresión», informes sugieren que su versión de Twitter ha sido más receptiva a las solicitudes gubernamentales. Además, Musk ha atacado a los reguladores australianos, llamándolos “fascistas” por una propuesta de ley que impondría multas a plataformas por difundir desinformación. Con una fortuna de $200 mil millones, parece que Musk maneja las inconveniencias regulatorias como si fueran una opresión autoritaria.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas H. Aquí podrás encontrar la versión original.