Tesla debe solucionar los problemas de calidad del aire en su planta de fabricación de vehículos eléctricos del área de la bahía de San Francisco, tras acumular más de 100 infracciones por supuestas emisiones tóxicas a la atmósfera en los últimos cinco años, anunció el martes una junta de calidad del aire.
El Distrito de Gestión de la Calidad del Aire del Área de la Bahía tenía previsto emitir una orden por escrito a finales de esta semana tras el anuncio del martes. Cada una de las 112 infracciones puede emitir cientos de libras (kilogramos) de contaminación atmosférica ilegal, indicó la junta.
La planta se encuentra en la ciudad de Fremont, en el este de la bahía, y la junta independiente de la agencia señaló que las operaciones del taller de pintura de la instalación eran un problema. La junta ha ordenado a Tesla que contrate a un consultor externo y elabore una propuesta de plan de aplicación que debar[a ser sometido a aprobación, para luego ser puesto en práctica con el objetivo de poner fin a las emisiones tóxicas.
“Las continuas infracciones de Tesla en sus instalaciones de Fremont representan un riesgo para la salud pública y la calidad del aire en la comunidad circundante”, declaró Philip Fine, director ejecutivo del Distrito de Gestión de la Calidad del Aire del Área de la Bahía, en un comunicado de prensa. “Esta orden es crucial para garantizar que Tesla tome medidas rápidas y eficaces para detener las emisiones nocivas, y cumpla con todas las regulaciones de calidad del aire para proteger la salud de quienes viven cerca de la instalación”.
El departamento de relaciones públicas de Tesla no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios este miércoles.
El anuncio de la junta directiva se produce en un momento en que Tesla está llamando a revisión por cuarta vez en Estados Unidos a su nueva y futurista camioneta Cybertruck, para solucionar problemas con partes cosméticas del vehículo que pueden desprenderse, y problemas con el limpiaparabrisas delantero, que puede dejar de funcionar.
En febrero, un juez de California ordenó a la empresa pagar 1.5 millones de dólares como parte de un acuerdo en un caso civil en el que se alegaba que la empresa había gestionado mal los residuos peligrosos en sus centros de servicio de automóviles, centros de energía y una fábrica.
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La denuncia presentada en el condado de San Joaquin alegaba que residuos peligrosos habían sido desechados de manera ilegal, y se habían violado leyes relativas al almacenamiento y la administración de desechos. Los fiscales dijeron que Tesla cooperó con la investigación y actuó para mejorar el cumplimiento de las leyes que le fueron señaladas por los fiscales.
