Long reiteró que esa decisión restringe severamente el acceso de los países a financiamiento internacional.
El exfuncionario señaló que si esa medida tenía como objetivo sugerir un futuro más brillante para las políticas hacia Cuba de una posible segunda administración de Joe Biden, por el contrario ha resultado totalmente contraproducente, mencionó.
Varios gobiernos están dejando al descubierto sus frustraciones por el fracaso de la administración en cumplir las reformas prometidas, afirmó.
En el Caribe de habla inglesa y francesa, la reacción al anuncio del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, fue contundente y unánime -enfatizó-, pues la Comunidad del Caribe reafirmó “su rechazo a la imposición unilateral por parte de Estados Unidos», remarcó.
Long se unió al reclamo por el levantamiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos hacia Cuba desde hace más de 60 años.
Tanto la designación como Estado patrocinador del terrorismo como el bloqueo de 62 años son injustos y erróneamente impuestos al pueblo cubano y deben ponerse fin, recalcó.
“El hecho de que Estados Unidos todavía hable de abordar las causas profundas de la migración mientras mantiene sanciones draconianas contra Cuba erosiona aún más la credibilidad y la posición de la administración en la región”.
En enero del 2021, a solo unos días de dejar la Casa Blanca, el entonces presidente Donald Trump incluyó a Cuba en el listado que muchos califican de “infame y arbitrario” como parte de su cruzada por recrudecer el cerco contra la isla, que abarcó más de 240 medidas.
Su decisión implica que arrecie mundialmente la persecución financiera a las operaciones que realiza el asediado país para satisfacer las necesidades básicas de la población, cuyo sector más vulnerable sufre de manera particular las consecuencias de la asfixia económica.
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