cultura
LA CRISIS, EN DATOS
EITB MEDIA
La crisis económica de 2010 primero, y la pandemia de 2020 después, han dejado en serios apuros al sector teatral. El número de espectadores, las funciones, el gasto público… todo ha descendido en la última década. La irrupción del ocio de pantalla les ha complicado aún más la situación.
Euskaraz irakurri: Arte eszenikoak, pandemiatik errekuperatu eta aisia eredu berrira egokitzeko ahaleginean
El sector de las artes escénicas está atravesando una época díficil y complicada. No hay más que ver los datos de los últimos años para advertir la crudeza de la situación.
Dos profundas crisis han golpeado los teatros y escenarios de Euskal Herria en los últimos años, la crisis económica de 2010 primero, y la pandemia de 2020, después. Como consecuencia, el número de espectadores ha disminuido un 50 % desde 2010 a 2022, y las funciones también han descendido un 30 %.
El descenso no sólo se ha producido en cuanto al número de espectadores y actuaciones. El gasto público también ha descendido, pasando de 15,8 euros por habitante en 2010 a 11,9 euros diez años después, lo que supone un descenso del 25 % en una década.
Los profesionales del sector reclaman que este gasto se incremente a 21 euros por habitante para que el el teatro pueda sobrevivir.
Además, los datos señalan que a los teatros no les sale rentable programar teatro, solo recuperan 1 de cada 2 euros que gastan. Aunque en el caso de las compañías el dato no es tan malo, ya que tienen un 4 % de beneficios.
Se calcula que cada compañía o grupo cuenta con aproximadamente 2,5 empleados y sus retribuciones han caído un 4,3% en una década. Los profesionales tienen claro que económicamente no es un sector rentable, pero reivindican que hay que poner en valor su aportación social y cultural.
La situación es muy delicada, pero también hay algun rayo de esperanza, como la ligera subida de espectadores del último año: durante en el curso 2023-2024, los espectadores, sobre todo los adultos, han aumentado un 7 %. Los espectáculos infantiles perdieron mucho público durante la pandemia y está costando recuperarlo.
A todo ello hay que sumar el cambio radical de paradigma en el ocio que han traído consigo las pantallas, que tampoco ha beneficiado al sector. Por ello, directores, productores y agentes del sector teatral están trabajando para intentar acertar en la adaptación de las producciones a esta sociedad digital. Crear comunidades fieles, nuevas dramaturgias, experiencias más inmersivas y consolidar el hábito de ver teatro serán algunas de las claves.