La Basílica de San Martín (C/ Calderería, 13) es un pequeño tesoro escondido en el corazón de Pamplona. Guarda secretos y peculiaridades que la convierten en un lugar único. Estas son algunas curiosidades.
1. Una puerta que se abre solo una vez al año
¿Te imaginas un edificio que solo puedas visitar un día al año? Pues así es la Basílica de San Martín. Este templo abre sus puertas al público únicamente el 11 de noviembre, día de San Martín, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:30. Es como si la basílica celebrara su cumpleaños invitando a todos los pamploneses a conocerla. Durante ese día, los visitantes pueden disfrutar de la exposición del Santísimo Sacramento y asistir a una misa especial.
2. La cofradía más antigua de Pamplona
La Basílica de San Martín es la sede de la cofradía más antigua de Pamplona: la Cofradía del Santísimo Sacramento y San Martín de Tours. Fundada nada menos que en 1317 por el obispo Arnaldo de Barbazán, esta cofradía ha mantenido viva su misión durante más de 700 años. Su propósito original era fomentar el culto eucarístico y ayudar a mujeres desfavorecidas, una labor que continúa hasta nuestros días.
3. Los misteriosos “Cuarticos de San Martín”
Junto a la basílica se encuentra un edificio conocido como los “Cuarticos de San Martín”. Este curioso anexo alberga 18 apartamentos destinados a mujeres viudas con dificultades económicas. Es como una pequeña comunidad de apoyo mutuo, donde estas mujeres encuentran un hogar y el respaldo de la cofradía. Una tradición de caridad que ha perdurado a través de los siglos.
Un retablo con historia propia
Aunque la basílica es de estilo barroco, en su interior guarda un tesoro renacentista: su retablo. Lo curioso es que este retablo no fue creado originalmente para San Martín, sino que procede de la iglesia de Napal. Es como si este retablo hubiera emprendido su propio viaje hasta encontrar su hogar definitivo en esta pequeña basílica pamplonesa.
Un capellán con una vida de película
La basílica cuenta con un capellán cuya vida bien podría ser el argumento de una novela de aventuras. Francisco Azcona San Martín, con sus 90 años, no solo fue el primer cura sociólogo de la Diócesis, sino que también trabajó en el Vaticano, vivió en Venezuela, y hasta realizó encuestas para el Ayuntamiento de Pamplona sobre el cambio de hora del encierro. Su presencia aporta a la basílica un toque de sabiduría y experiencia internacional.
