Muy pocas cosas son más refrescantes que una sandía crujiente y jugosa en un caluroso día de verano. Pero no veas a esta fruta solo como un símbolo de la diversión veraniega. Considérala una usina dietética. La sandía está repleta de nutrientes que pueden marcar una gran diferencia a medida que envejecemos, incluso algunos que no se encuentran en mayor cantidad en ninguna otra fruta o verdura fresca. “Cuando buscamos agregar cosas saludables a nuestra dieta, tener algo como la sandía, naturalmente dulce, deliciosa, saciante y repleta de nutrientes beneficiosos es un verdadero regalo”, dice Samantha Cassetty, dietista registrada radicada en Nueva York.
Las siguientes son cinco razones por las que deberías agregar sandía a tu lista de compras.
1. Ayuda a que la piel se vea más joven
Más allá del factor refrescante, este puede ser el motivo por el que la sandía es la fruta suprema del verano: contiene gran cantidad de licopeno, el compuesto vegetal que hace que los tomates sean rojos. Los estudios han hallado que puede proteger la piel de la radiación ultravioleta (UV). El licopeno tiene beneficios tanto en el interior del cuerpo como en la piel; incluso hay protectores solares con licopeno. Durante años, los científicos consideraron a los tomates como la mejor fuente alimenticia de este antioxidante. Pero resulta que la sandía de color rojo rubí proporciona un 40% más de licopeno que los tomates crudos.
“La sandía es verdaderamente y sin lugar a duda una de las mejores fuentes de licopeno”, dice Diane McKay, profesora adjunta en la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts. “Los tomates son otra fuente, pero para liberar la mayor parte del licopeno de la célula hay que cocinarlos. Con la sandía no hay que hacer nada, solo cortarla y comerla”.
El licopeno no es la única fuente de protección solar que proporciona la fruta. Una porción de dos tazas también aporta entre un cuarto y la mitad de la dosis diaria de vitamina C, que también protege la piel del daño causado por los rayos UV.
Pero ten cuidado: aunque estos nutrientes a base de plantas pueden ayudar a protegerte de los rayos dañinos, aún necesitas usar protector solar. Piensa en la sandía como una segunda línea de defensa, una defensa interna.
El licopeno y la vitamina C hacen aún más para que tu piel siga luciendo joven. Ambos nutrientes también promueven el colágeno, que proporciona estructura. Eso puede ayudar a prevenir las líneas finas y las arrugas.
Como parte de una dieta equilibrada, “podría ayudar a que la piel envejezca mejor, con menos signos de arrugas y envejecimiento prematuro”, dice Cassetty.
2. Protege los ojos
El refrigerio favorito de Bugs Bunny no es el único alimento que puede ayudar a proteger la visión. Al igual que las zanahorias, la sandía cuenta con varios nutrientes que pueden reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad y cataratas.
• Licopeno: un estudio halló que el licopeno puede reducir el riesgo de degeneración macular hasta en un 30%. Otras investigaciones concluyeron que puede ayudar a proteger de las cataratas.
• Vitamina C: obtener la vitamina C de una dieta rica en frutas y verduras (en lugar de suplementos) se ha relacionado con un menor riesgo de cataratas.
• Luteína y zeaxantina: un estudio del 2022 publicado en la revista Nutrients analizó datos de más de 50,000 personas en Estados Unidos. Se descubrió que los participantes que comían sandía tenían niveles más altos de luteína y zeaxantina (en inglés) que los que no lo hacían. Ese par de compuestos vegetales es importante para la salud de los ojos.
• Vitamina A: la sandía también proporciona algo de vitamina A, el nutriente que les da a las zanahorias su reputación como estimuladoras de la visión.
Se necesita más investigación para vincular conclusivamente la sandía con la salud ocular. Pero gracias a todos esos beneficios, la reconocida Cleveland Clinic (en inglés) la recomienda.
