Descripción de 4 de diciembre de 2024
Evangelio y reflexión del miércoles 4 de diciembre de 2024 por el P. Pedro Brassesco
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En el evangelio de este miércoles de la primera semana de adviento escuchamos que jesús llegó a orillas del mar de galilea y subiendo a la montaña se sentó una gran multitud acudió a él llevando paralíticos lisiados ciegos mudos y muchos otros enfermos los pusieron a sus pies y él lo oscuro la multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban los inválidos quedaban curados los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista y todos glorificaban al dios de israel entonces jesús llamó a sus discípulos y les dijo me da pena esta multitud porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer no quiero despedirlos en ayunas porque podrían desfallecer en el camino los discípulos le dijeron y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente jesús les dijo cuántos panes tienen ellos respondieron siete y unos pocos pescados el ordenó a la multitud que se sentara en el suelo después tomó los panes y los pescados dio gracias los partió y los dio a los discípulos y ellos los distribuyeron entre la multitud todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron on se llenaron siete canastas el lunes contemplábamos a jesús admirado por la fe del centurión ayer estremecido de gozo porque dios se revelaba a los pequeños hoy es la multitud la que se admira por lo que obra el señor y glorifica a dios pero jesús no solo sana sino que también alimenta y para ello se vale de quienes están dispuestos a colaborar con él compartiendo lo poco que tienen y distribuyendo los demás lo que el señor les da un alimento que no se termina que es capaz de saciar a todos así se cumplen las palabras del profeta isaías el señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos y se dirá en aquel día ahí está nuestro dios de quien esperábamos la salvación es el señor en quien nosotros esperábamos alegrémonos y regocijémonos de su salvación hoy también nosotros podemos maravillarnos al reconocer la presencia del señor en medio nuestro podemos llenarnos de alegría en este tiempo de adviento pero también jesús nos invita a dar un paso más a ser sus colaboradores para que en el banco de que jesús ha preparado en la eucaristía puedan saciarse todos para que tampoco la comida falte a nadie desde lo poco que podemos dar pero con los brazos extendidos dispuestos a entregarnos en el servicio para que la presencia del señor llegue a todos hongos son todos como hijo al banquete de tu plenitud tu misericordia busca sin cesar al marginado se alejó otros no soy hasta yo dosal a todos dioses y recemos juntos esta oración señor a quien esperamos en este tiempo quiero colaborar contigo en la preparación de tu venida amen y que la bendición de dios todopoderoso del padre del hijo y del espíritu santo los acompañe siempre