3 hábitos sencillos para diseñar un buen despertar
Salir de casa con prisas es una de las sensaciones más agobiantes y estresantes que se pueden tener y una de esas malas praxis que ‘tuercen’ un día. Para aliviar ese sentimiento de estrés antes de empezar la jornada laboral –saber que aún no has empezado la jornada habiendo solventando contratiempos matutinos estresa mucho– es importante diseñar un buen despertar y una buena rutina de mañana. Y no, no estamos hablando de sumarse al club de las 5 am –o sí, eso es una cuestión personal–, sino de practicar ciertos hábitos en casa para ahorrar tiempo pero, sobre todo, energía.
#1. Ventilar (pero con precaución)
Ventilar nada más levantarse es un gesto bastante universal que recomiendan con fervor los expertos. Tal y como explica el doctor Vicente Mera, experto en longevidad, la ventilación de la habitación ayuda a tener una mayor sensación de descanso por las noches. Además, hacerlo nada más levantarse es para muchos una sensación energizante. Ya nos lo explicaba Anabel Vázquez, cofundadora de Laconicum, cuando le preguntamos por sus hábitos matutinos para tener más energía. “Aunque haga mucho frío me gusta abrir las ventanas cuando me levanto: ese aire por estrenar me resulta muy energizante”. Sin embargo, es importante limitar el tiempo que ventilamos y no excederse, ya que los microbiólogos confirman que si bien ventilar elimina los microorganismos patógenos del ambiente y evita la transmisión de infecciones entre convivientes, no deja un ambiente estéril y, además, carga el ambiente interior con las bacterias y hongos del exterior. Eso no quiere decir que no lo hagamos –es necesario cuando se comparten espacios– pero es importante limitar el tiempo que se hace y más si vivimos en una ciudad con el aire cargado.
#2. Eliminar la toma de decisiones a primera hora de la mañana
No hablamos de levantarse en modo automático. De hecho, es importante dedicar unos minutos antes de salir de la cama para estirarse, respirar y visualizar el día que se tiene por delante y cómo se quiere afrontar. Nos referimos a eliminar ciertas decisiones que restan energía y que se pueden hacer la noche anterior. Lo explica Amagoia Eizaguirre en El pequeño libro de los hábitos saludables. “Empieza a ahorrar tiempo para disfrutar de una buena mañana eliminando todas las decisiones de primera hora. Eso te resta energía y si lo solucionas el día anterior dormirás más tranquilo. Te animo a que cojas una agenda y escribas todas las tareas que debes o quieres hacer. Prioríalas. Prepara el bolso, la maleta o mochila para asegurarse de que no se te olvida nada y de que lo único que tendrás que hacer al día siguiente es cogerlo al salir de casa. Haz lo mismo con la ropa”, explica. De hecho, Robin Sharma, autor del bestseller El club de las 5 de la mañana, también reflexiona sobre el hecho de que muchas de esas personas “que consideramos genios” piensan que cada mañana nos levantamos con una cantidad limitada de fuerza de voluntad y capacidad de concentración. Así, en vez de desaprovechar sus valiosas capacidades en varias elecciones intrascendentes, como qué ponerse o qué comer, automatizan el mayor número posible de cuestiones básicas, para concentrarse en sus potencialidades más elevadas, para aplicarlas a unas pocas actividades importantes”. dice. De hecho, si practicas deporte a primera hora, también motiva y ayuda mucho dejar la ropa preparada la noche anterior. Como diría otro experto en el terreno, James Clear, se trata de “hacerlo fácil y bonito”.
#3. No miran el móvil hasta salir de casa
Claro, si se usa el móvil como despertador es complicado resistir a la tentación de entrar en ese bucle infinito de mirar el mail, las redes sociales, las noticias que han saltado mientras dormías como si el mundo se fuese a acabar… Por eso muchos expertos (y cada vez más personas en general) están dejando el móvil fuera del dormitorio y han vuelto a los despertadores tradicionales. La experta en neurociencia Ana Ibáñez explica en su libro Sorprender a tu mente, la importancia de decidir cuándo tu teléfono está contigo o no. “No tenerlo te permite evitar esas llamadas de atención a las que, si no, tus sentidos te van a llevar irremediablemente”, explica. Digamos que es un cortar por lo sano en toda regla que asegura escapar de los algoritmos diseñados para captar nuestra atención y robarnos tiempo de calidad. “Cada mensaje, cada alarma, cada llamada de atención por parte de tu teléfono es como una cuerda que tira de tu mirada, sentidos y pensamientos para que solo ilumines esa realidad y te olvides de otras”, añade la experta. Y a eso sumamos que la media de tiempo que se suele invertir como mínimo a primera hora de la mañana chequeando el móvil está entre 5 y 10 minutos, parece buena idea apartarlo para no caer en la tentación.
