De los grandes juegos celebrados en la antigua Grecia, los Olímpicos son quizás los más conocidos porque dan nombre a una competición que, si bien ha cambiado mucho desde su origen, todavía existe en la actualidad.
Tal y como conocemos, una formación de deportistas de élite participaba en una serie de pruebas físicas ante un gran público que trataba de no perderse detalle: un espectáculo de lo más emocionante. Pero hay otros detalles de esta experiencia de la antigüedad que son mucho menos conocidos. Aquí te ofrecemos 10 de ellos:
1. Mujeres atletas en Olimpia
Mujeres corriendo
Dos muchachas corren a la par en una competición. Relieve procedente del templo de Hera cerca del río Sele, en Italia.
Bridgeman / ACI
En Grecia, las mujeres no fueron ajenas a la práctica del deporte. Esto fue así sobre todo en Esparta, donde se creía que una mujer fuerte engendraría hijos fuertes; se sabe que en esa polis practicaban la carrera, la lucha, el salto y el lanzamiento de disco y jabalina.
En Olimpia existieron asimismo unas competiciones reservadas a las mujeres, los Juegos Hereos, llamados así porque se celebraban en honor a la diosa Hera. La información que tenemos sobre estas competiciones, por desgracia, es escasa. Se cree que la única prueba era el estadio. Las participantes, distribuidas en tres categorías en función de su edad, corrían con el pelo suelto y vestían una túnica que les llegaba por encima de la rodilla y mostraba el hombro derecho hasta el pecho.
2. Un campeón olímpico barcelonés
Epígrafe testamentario de Minicius
Epígrafe testamentario de Minicius, descubierto en la plaza de la Villa de Madrid de Barcelona. Museo Arqueológico, Barcelona.
Museu d’Arqueologia de Catalunya (MAC)
El primer campeón olímpico «español» fue Minicius, que ganó la carrera de carros en los Juegos de Olimpia del año 129. Así lo revela una breve inscripción hallada en el santuario de Olimpia: «El pretor Lucius Minicius Natalis Quadronius, vencedor en la Olimpíada 227 con un carro, sin accidente, hizo esta donación al santuario. Fue cónsul y procónsul de [la provincia de] África Proconsular». El texto figuraba en la base de un conjunto escultórico, hoy perdido, que representaba el carro y los cuatro caballos con los que venció su dueño.
Por otras fuentes sabemos que Minicius era un destacado ciudadano romano de Barcino (actual Barcelona) que llegó a ser admitido en el Senado de Roma. Huelga decir que ganó como financiador del carro victorioso, no como auriga.
3. ¿CÓmo LANZABAN EL DISCO LOS GRIEGOS?
Discóbolo de Mirón
Discóbolo de Mirón. Copia en mármol de un original griego en bronce del siglo V a.C. Museo Nacional Romano, Roma.
Scala, Firenze
El lanzamiento de disco no era la competición principal de los Juegos, puesto que se practicaba únicamente dentro del pentatlón. Pero la abundancia de representaciones artísticas de esta prueba, ya fuese en decoraciones de vasijas o en estatuas como el célebre Discóbolo de Mirón, indica que los mismos griegos la consideraron como una de las más emblemáticas de los Juegos. Esos testimonios visuales permitieron revivir esta competición a finales del siglo XIX, cuando se iniciaron los Juegos Olímpicos modernos, aunque hubo muchas discusiones sobre aspectos como el tamaño y peso del disco y la mecánica del lanzamiento.
Disco de bronce
Disco de bronce ofrecido por Publius Asclepiades, ganador de la prueba de pentatlón. Museo de Olimpia.
Album
Aunque en el santuario de Olimpia se encontró un disco de bronce, de 4 kg de peso, los griegos usaban discos de diverso tamaño con un peso medio de 2,5 kg. En 1896 se optó por un disco de 2 kg, peso que hoy se mantiene en la prueba masculina (en la femenina es de de 1 kg).
4. La técnica DE LANZAMIENTO
Las pinturas de vasijas muestran a los lanzadores en varias posiciones, entre las que destacan las tres que se muestran aquí:
Nivel de la cabeza
El lanzador prepara el disco poniéndolo al nivel de su cabeza.
Album
Balanceo del brazo
Luego balancea el brazo derecho hacia atrás.
Scala, Firenze
Inicio del movimiento de lanzamiento
Con el brazo extendido hacia atrás y el disco a la altura de la cabeza inicia el movimiento de lanzamiento.
Scala, Firenze
Marcado de la distancia
El lanzador marca con una estaca la distancia que ha alcanzado y la mide sirviéndose de una vara.
RMN-Grand Palais
En cuanto al Discóbolo de Mirón, el estudioso Norman Gardiner llegó a la conclusión de que representa el momento justo en el que el atleta inicia el gesto del lanzamiento. La cabeza girada a la derecha hacia atrás ayudaría al balanceo del cuerpo hacia delante. El pie izquierdo, apoyado en el suelo en la punta de los dedos, y el brazo derecho mantienen el equilibrio del cuerpo, que pivota sobre la pierna derecha.
5. la unión ENTRE música y deporte
A diferencia de lo que observamos en la actualidad, los antiguos juegos olímpicos no eran estrictamente competiciones deportivas, y en ocasiones incluían pruebas artísticas o que iban acompañadas de elementos musicales.
La música podía cumplir varias funciones, como marcar el ritmo que se debía seguir para superar la prueba, o incluso provocar en los participantes un impulso adicional. Encontramos indicios de esta práctica en vasos áticos de los siglos VI y V a.C., o descrita por autores griegos de la época como Pausanias.
Un ejemplo de ello era la prueba del salto de longitud, que se acompañaba musicalmente con el aulós, un instrumento de lengüeta de dos tubos, relativamente parecido a los actuales clarinetes y oboes.
6. UN SIGNIFICADO PROFUNDO
Los espectáculos representados en los juegos no eran sólo una cuestión deportiva sino que, de algún modo, narraban episodios del pasado de esta civilización, como aquellos representados en la Ilíada y otros productos de la literatura griega antigua.
Algunos ejemplos de ello son competiciones como la carrera de carros, el lanzamiento de jabalina o de peso, actividades que llevaban a cabo los guerreros del ejército de Aquiles en el canto XXIII de Homero.
Por el mismo motivo, los historiadores consideran que algunas de las disciplinas incluidas en las Olimpiadas pudieron originarse de los antiguos juegos funerarios.
7. la victoria de un emperador
Las carreras de caballos estaban normalmente financiadas por personajes de las clases sociales más altas debido a su mayor poder adquisitivo, quienes podían pagar más por conseguir mejores ejemplares y carros, además de conseguir un jinete o auriga.
No obstante, en los juegos del año 67 d.C. el emperador Nerón participó directamente en la carrera, venciendo al resto de participantes. Se especula que hubo algún tipo de presión hacia sus rivales para que el gobernante pudiera ganar, aunque es un hecho que no está confirmado.
8. PREMIOS, Y UN SACRIFICIO
Los premios que recibían los vencedores de cada una de las competiciones de los juegos no eran pocos, sin embargo uno de ellos tenía especial valor simbólico: la corona de olivo.
Tras proclamar a los campeones en una extensa ceremonia que incluía un cortejo solemne y coronación tenía lugar un gran banquete, que no podía comenzar sin antes llevar a cabo un sacrificio en honor al dios Zeus.
Los ganadores también podían recibir ventajas económicas en sus localidades de origen, e incluso les alzaban estatuas conmemorativas.
9. CÁNTICOS E HINCHAS
Los apasionantes juegos eran observados por un gran público, que seguía el espectáculo con pasión. Sin embargo, era cuando el herlado proclamaban a los vencedores que la audiencia enloquecía especialmente, expresando su euforia.
Los espectadores gritaban lo que hoy se traduce como «¡Oh, vencedor magnífico, salve!», para después cantar el himno oficial de los vencedores compuesto por Arquíloco. Aunque los historiadores conocen este suceso, la letra del cántico no se ha conservado en ninguna fuente escrita.
10. LA PRIMERA EDICIÓN
La primera edición de los antiguos Juegos Olímpicos ocurrió en el año 776 a.C. en Olimpia, la antigua localidad griega dedicada al culto a Zeus. A partir de eso año, tuvieron lugar cada cuatro años ininterrumpidamente durante más de un milenio.
Los primeros Juegos Olímpicos modernos, no obstante, tuvieron lugar en 1896 en la ciudad griega de Atenas, donde participó un total de 241 atletas varones de 14 países distintos, y contaron con 10 disciplinas deportivas.
