Este 26 de marzo se cumplen 198 años de la muerte de Ludwig van Beethoven, el genio alemán que revolucionó la historia de la música sinfónica y cuya vida fue tan intensa y apasionada como sus composiciones. Murió en Viena en 1827, durante una tormenta eléctrica que pareció marcar, con dramatismo, el cierre de una existencia marcada por el genio, el dolor y la lucha constante.
Conocido por obras inmortales como la Novena Sinfonía o Para Elisa, Beethoven también fue un hombre lleno de misterios, contradicciones y curiosidades que pocas veces salen a la luz. A más de dos siglos de su nacimiento y casi 200 años después de su partida, su figura sigue despertando admiración y sorpresa.
Acá te contamos diez cosas que (probablemente) no sabías sobre él:
1. Su fecha de nacimiento es un misterio
Beethoven nació en Bonn y fue bautizado el 17 de diciembre de 1770. Como era costumbre en la época bautizar a los niños al día siguiente de su nacimiento, se supone que nació el 16 de diciembre. Pero no hay registro oficial que confirme ese día con certeza.
2. Tuvo una infancia muy dura
Su padre, Johann van Beethoven, era cantante y músico de corte, pero también alcohólico. Soñaba con convertir a Ludwig en un nuevo Mozart, por lo que lo sometió a una formación musical estricta y despiadada. Lo despertaba a medianoche para hacerlo practicar piano, lo maltrataba y lo presionaba sin descanso. Esa infancia marcó para siempre su carácter.
3. Compuso su primera obra a los 12 años
A esa edad, Beethoven ya demostraba un talento extraordinario: escribió Nueve variaciones en do menor para piano, sobre una marcha de Ernst Christoph Dressler. Desde muy joven, su genio comenzaba a abrirse paso.
4. Tuvo un fugaz encuentro con Mozart
En 1787, Beethoven viajó a Viena y, según algunas versiones, se encontró brevemente con Wolfgang Amadeus Mozart, quien habría quedado sorprendido por su talento. Se dice que Mozart comentó: “Recuerden su nombre: algún día dará que hablar al mundo”. Sin embargo, este encuentro no está del todo documentado y forma parte del mito.
5. Se quedó sordo… y siguió componiendo
A los 26 años, Beethoven comenzó a notar problemas de audición. A los 40, ya estaba completamente sordo. Lo increíble es que, aún sin poder escuchar, compuso algunas de sus obras más célebres, como la Novena Sinfonía, con su apoteósico “Himno a la Alegría”. Una hazaña sin precedentes.
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6. Su corazón fue conquistado, pero nunca se casó
Beethoven se enamoró muchas veces, casi siempre de mujeres inalcanzables: aristócratas, alumnas o casadas. Nunca logró formalizar una relación. En 1812 escribió una apasionada carta a una mujer a la que llamó su “Amada Inmortal”, pero hasta hoy nadie sabe con certeza quién era.
7. Sus problemas de salud fueron investigados… dos siglos después
En los últimos años, un equipo de científicos analizó muestras de su cabello y determinó que Beethoven tenía predisposición genética a enfermedades hepáticas y que contrajo hepatitis B. El cuadro se habría agravado por su consumo de alcohol. Todo eso pudo haber contribuido a su muerte.
8. Un secreto familiar salió a la luz gracias al ADN
Durante esos mismos estudios genéticos, los investigadores descubrieron que la línea paterna del apellido Beethoven se cortó en algún punto entre 1572 y 1770. Es decir, hubo un caso de paternidad extramatrimonial en su árbol genealógico que cambió la historia familiar.
9. Su última voluntad fue respetada… 200 años después
En su testamento, Beethoven pidió que algún día se investigaran las causas de su enfermedad. Gracias al avance de la genética, casi dos siglos después de su muerte, los científicos finalmente cumplieron ese deseo. El análisis de su ADN reveló respuestas que la medicina de su tiempo no pudo ofrecer.
10. Murió durante una tormenta eléctrica
Beethoven falleció el 26 de marzo de 1827 en Viena. En el momento de su muerte, una tormenta sacudía la ciudad. Algunos testigos afirmaron que en su último suspiro, alzando el puño al cielo, pareció desafiar a la muerte con la misma intensidad con la que vivió. Un final épico para una vida de leyenda.
A casi dos siglos de su partida, Ludwig van Beethoven sigue sonando en las orquestas del mundo, pero también en el corazón de quienes descubren en su historia mucho más que música: una verdadera sinfonía de humanidad, lucha y genialidad.