Categoria:

¿Comes demasiado rápido? Así podría reaccionar tu cuerpo, según los expertos

Autor: Enrique Luque de Gregorio

Los expertos advierten de los problemas para la salud de comer demasiado deprisa. En ocasiones, el ritmo frenético de la rutina parece difícil de compaginar con una alimentación serena. 

Ya sea por el intenso ritmo de vida que la sociedad y nosotros mismos nos imponemos o bien por mera costumbre, lo cierto es que muchas veces se come más deprisa de lo recomendable. A veces, es algo de lo que ni siquiera eres consciente; simplemente intentas vaciar el plato lo antes posible para ponerte con tu siguiente tarea, sea la que sea. 

Pero lo cierto es que, atendiendo a las opiniones de los expertos, no se trata de un asunto ni mucho menos baladí. Si comes demasiado rápido, es muy probable que tu cuerpo lo note y reacciones a consecuencia de ello. Y no precisamente para bien. Hay algunas cuestiones que merece la pena tener en cuenta, aunque solamente sea por precaución. 

Los riesgos de comer demasiado rápido

El truco de 'la mano' para saber la cantidad de proteínas, vegetales, carbohidratos y grasas que debes comer

Lo primero que debes tener en consideración si tienes la costumbre de comer demasiado rápido, es lo negativo que esto resulta para la digestión. 

Resulta obvio: si no te tomas el tiempo necesario para masticar debidamente los alimentos que ingieres, estos llegan al aparato digestivo en tamaño mayor, y el cuerpo tiene que hacer más esfuerzo para digerirlo, aumentando el riesgo de padecer acidez estomacal.

Además, hay otro problema añadido. El cuerpo, de forma natural, se toma su tiempo para procesar los alimentos y, una vez hecho, mandar un mensaje al cerebro de que está saciado. 

¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que si comes demasiado rápido, esa señal no llegará, al menos no a tiempo, y seguramente acabes por comer más de lo que realmente necesitas.

De ser así, es lógico que la alimentación resulta excesiva, y que puedas terminar por padecer problemas de sobrepeso u obesidad o, al menos, de comer más de lo que tu cuerpo te pide. Una práctica que va en contra de lo que suele conocerse como alimentación consciente o mindful eating en inglés. Porque aunque se coma con la boca, también se hace con el cerebro.

Más allá de estos inconvenientes que señalan distintos trabajos, suele vincularse también el hecho de comer deprisa con hacerlo mal. Es decir, no tener la paciencia suficiente como para cocinar o elegir bien los ingredientes. Si comes rápido, seguramente también terminas abusando de los alimentos ultraprocesados, por ejemplo, con todo lo que eso conlleva. 

Comer demasiado rápido y la salud

A los peligros que comer rápido suele conllevar, como complicaciones estomacales o aumento de peso, también hay que sumarle otros, asociados también a esta mala costumbre, como por ejemplo la diabetes o la hipertensión. Muchas veces consecuencia también del estrés que en ocasiones somete la rutina diaria, y que afecta en gran medida a la forma de alimentarse.

Es curioso que en una sociedad cada vez más preocupada por las dietas (por salud, pero también en gran medida por la apariencia física) no se tengan en cuenta estos asuntos. 

Porque si uno quiere estar sano y mantenerse en forma, lucir bien, tan importante resulta saber qué comer como la mejor forma de hacerlo. Y esto, debido a las prisas, se suele olvidar con frecuencia. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico