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El misterioso “agujero de calentamiento” en medio de Estados Unidos

Autor: Administrador

Los científicos tienen varias teorías para explicar por qué ha persistido este agujero de calentamiento. Quizá los aerosoles de la atmósfera de la región reflejan parte de la energía solar hacia el espacio. O tal vez las tierras agrícolas y el riego que las acompaña enfrían el agua de la zona. El paisaje “suda”, como lo haría tu cuerpo.

En un nuevo artículo publicado en la Sociedad Meteorológica Estadounidense, Hoerling y sus colegas sostienen algo parecido: las precipitaciones del verano en el centro de Estados Unidos han aumentado drásticamente en las dos últimas décadas, en comparación con el período de 1957 a 2000, y eso ha incrementado la cantidad de agua en el terreno, actuando como un enfriador que se evapora. En el mapa inferior del gráfico anterior, el verde que salpica el centro del país revela hasta un 30% de mayor precipitación entre los dos períodos.

“Todavía es posible que la agricultura afecte, pero descubrimos que este agujero de calentamiento es mayor que la transformación agrícola”, declara el climatólogo Zachary Labe, de la Universidad de Princeton y la NOAA, y coautor del nuevo artículo. “Es más probable que esté relacionado con algún tipo de condición atmosférica”.

Es fundamental recordar que, aunque las temperaturas globales ya subieron 1.1 grados centígrados por encima de los niveles de la época preindustrial, se trata de un promedio. Algunos lugares se calientan mucho más rápido que otros; por ejemplo, el Ártico lo hace hasta cuatro veces más deprisa que el resto del planeta. Todo ello se suma a la variabilidad natural del sistema climatológico de la Tierra. Algunos años son más cálidos o más fríos, o más húmedos o más secos, que otros. “Es muy importante que la gente entienda que no significa que cada día que pasa haga más calor”, afirma Arlene Fiore, científica atmosférica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, quien no participó en el estudio.

La nueva investigación de Labe y Hoerling concluye que dicha variabilidad natural, además de cierto grado de cambio climático, parece estar detrás de la persistencia del agujero de calentamiento. Se observa una tendencia hacia más sistemas de baja presión sobre el centro de Estados Unidos. “Las presiones bajas se asocian a condiciones de aire tempestuoso, es decir, más precipitaciones, más nubosidad”, explica Labe. “Podrías pensar que eso amortigua la cantidad de calentamiento posible durante una tarde calurosa”.

Por un lado, las nubes proporcionan sombra a una zona y desvían parte de la energía solar. La lluvia también es una especie de amortiguador que protege el terreno: cuando el sol sale tras una tormenta, primero evapora la precipitación reciente, en lugar de calentar inmediatamente el suelo.

Curiosamente, las condiciones que contribuyen al agujero comienzan en realidad a miles de kilómetros al oeste, en el Pacífico tropical. “Las temperaturas cambiantes de la superficie oceánica, causadas en parte por el calentamiento global y también por la variabilidad natural, están generando los cambios descendentes en la circulación atmosférica sobre Estados Unidos”, observa Gerald Meehl, científico principal del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, y quien no participó en la nueva investigación. “Este artículo confirma trabajos anteriores según los cuales estas modificaciones en la circulación provocan este clima más frío y húmedo en zonas del este del país”.

Sin embargo, no esperes que el agujero del calentamiento dure mucho más. Las olas de calor del verano se volverán más frecuentes e intensas en el centro de Estados Unidos, aunque a un ritmo más lento que en otras partes del país, según el modelo realizado por el equipo. “Miramos hacia el futuro y descubrimos que básicamente para 2040, 2050… la probabilidad de temperaturas extremas similares a las del Dust-Bowl (Cuenco de Polvo) será mucho más alta”, destaca Labe.

“Eso es parte de la advertencia de este documento: que este enfriamiento es posiblemente más bien transitorio”, añade Hoerling.

El agujero del calentamiento es peculiar, pero no inexplicable. Y quizá sea la excepción al aumento de las temperaturas que confirma la regla.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.

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