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Protestas en las universidades de EEUU: una noche de choques, arrestos y desalojos tiñó de violencia a los campus

Autor: LA NACION

WASHINGTON.- En Nueva York, la policía arrestó a cientos de manifestantes en la Universidad de Columbia en una violenta redada con agentes antidisturbios que se metieron por la ventana del edificio tomado por protestantes propalestinos. A la mañana siguiente, el jardín central del campus amaneció despejado, y la única señal del campamento que se convirtió en el epicentro de las protestas en las universidades del país contra la guerra en Gaza eran las marcas que dejaron las carpas en el césped.

En Los Ángeles, hubo choques entre una contraprotesta proisraelí que atacó el campamento propalestino en la Universidad de California (UCLA), y la policía también intervino, a pedido de la universidad, ante los “múltiples actos de violencia dentro del campamento”. La universidad canceló las clases.

En Tucson, la policía de la Universidad de Arizona dijo que agentes rociaron “municiones químicas irritantes” para dispersar a los manifestantes, en otra escena de violencia dantesca.

Fracturado por el conflicto en Medio Oriente, al otro lado del mundo, Estados Unidos vivió la noche más violenta en las universidades del país desde las protestas contra la guerra de Vietnam, a fines de los 60. La policía, que intervino a pedido de las propias universidades, reprimió y sofocó algunas de las manifestaciones que nacieron hace dos semanas en contra de Israel, su ofensiva en la Franja de Gaza y su política hacia los palestinos, una intervención que elevó la violencia y marcó el pico máximo de tensión desde que comenzó la crisis, y por una noche transformó a las universidades en un espejo del histórico conflicto entre israelíes y palestinos.

“Fuimos y desplegamos un operativo para permitir que la Universidad Columbia remueva a aquellos que han convertido la protesta pacífica en un lugar donde el antisemitismo y las actitudes antiisraelíes eran generalizadas”, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams, esta miércoles por la mañana.

Adams indicó que casi 300 manifestantes fueron arrestados en la Universidad de Columbia y en otro operativo en el City College de Nueva York, donde la policía sacó una bandera palestina del mástil principal, e izó en su lugar una bandera de Estados Unidos.

La Universidad Columbia dijo en un comunicado que, después de que un grupo de manifestantes tomó el Hamilton Hall, uno de los edificios históricos del campus, y bloqueó sus entradas, impidiendo el tránsito habitual de los estudiantes, la universidad no tuvo otra opción que pedir la intervención policial. “Lamentamos que los manifestantes hayan optado por agravar la situación con sus acciones. Después de que la Universidad se enterara de la noche a la mañana que Hamilton Hall había sido ocupado, destrozado y bloqueado, no nos quedó otra opción”, dijo Columbia en un comunicado.

La presidenta de Columbia, Minouche Shafik, pidió la intervención policial en una carta enviada al Departamento de Policía de la ciudad en la cual dijo que creía que dentro del grupo de manifestantes que tomaron el edificio había “individuos que no están afiliados con la universidad”.

“La toma de Hamilton Hall y los continuos campamentos plantean serias preocupaciones de seguridad para las personas involucradas y para toda la comunidad. Desafortunadamente, las acciones de estos individuos están escalando. Estas actividades se han convertido en un imán para los manifestantes afuera de nuestras puertas, lo que crea un riesgo significativo para nuestro campus e interrumpe la capacidad de la Universidad para continuar con sus operaciones normales”, justificó Shafik.

“Con el mayor pesar, solicitamos la ayuda de la policía de Nueva York para expulsar a todas las personas de Hamilton Hall y de todos los campamentos del campus”, imploró.

Horas más tarde, un pequeño ejército de policías de la ciudad vestidos con equipo antidisturbios marchó hacia el campus, una imagen que terminó por desterrar al ambiente jovial que reina en la primavera en el campus, a días del acto de graduación.

Los agentes se dividieron. Un grupo de policías ingresó al edificio Hamilton Hall por una ventana en el primer piso subiendo por una escalera montada sobre un camión. Otro grupo avanzó contra los estudiantes que bloqueaban las puertas, que los esperaron cantando, con sus brazos entrelazados, y, en muchos casos, con sus caras cubiertas con bufandas keffiyeh.

Un video en la cuenta en X de Columbia Students for Justice in Palestine, una de las principales organizaciones detrás de los campamentos en las universidades, mostró el instante en el que la policía comenzó a arrestar protestantes, que se resistían, en medios de gritos, forcejeos, y sonido de gases. Una vez despejada la entrada, la policía ingresó al edificio. Esa organización denunció este miércoles por la mañana que “múltiples estudiantes de Columbia fueron llevados directo al hospital debido a lesiones severas”, y que estudiantes tenían “caras hinchadas” por haber recibido patadas de los policías.

En Los Ángeles, el campus de UCLA se convirtió en el escenario de un violento enfrentamiento entre dos protestas: de un lado, el campamento propalestino en contra de Israel; del otro, manifestantes pro-israelíes, algunos encapuchados, que atacaron las carpas –incluso con fuegos artificiales– y trataron de desmantelar el enclave.

“¡Segunda Nakba!”, se escucha en medio de los choques, una frase que en árabe significa “catástrofe” y hace referencia al desplazamiento de palestinos en 1948 en la guerra árabe-israelí. El choque convirtió el campus en un campo de batalla, con imágenes en las redes que mostraron verdaderas peleas callejeras y ataques con palos. La policía de Los Ángeles tardó horas en intervenir, y dispersó la multitud recién alrededor de las 3 de la madrugada.

“La violencia esta tarde en UCLA es absolutamente abominable e imperdonable”, dijo en X la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, que estaba de viaje, en Washington, D.C.. Bass decidió cancelar su visita y regresó a Los Ángeles.

La crisis en las universidades se convirtió en la principal discusión política en Estados Unidos en el prólogo de la campaña presidencial. El Partido Republicano y la derecha del país se encolumnaron en contra de las manifestaciones en los campus, y los vincularon con Hamas y el antisemitismo, deslegitimando de esa forma el reclamo por las 34.000 víctimas en la Franja de Gaza, la mayoría de ellas, mujeres y niños. Desde el inicio de la crisis, la derecha presionó por sofocar las protestas.

El Partido Demócrata y la izquierda quedaron en una posición mucho más incómoda, en particular, el gobierno de Joe Biden. Aunque figuras de la izquierda, como el senador Bernie Sanders, condenaron los episodios de antisemitismo, también validaron reclamos y críticas contra la ofensiva desplegada por el gobierno de Benjamin Netanyahu, acusado de cometer un genocidio contra los palestinos en Gaza.

Un manifestante pro palestino es golpeado por contramanifestantes que atacan un campamento pro palestino establecido en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) mientras estallan los enfrentamientos, en Los Ángeles el 1 de mayo de 2024ETIENNE LAURENT – AFP

La Casa Blanca insistió este miércoles en condenar las tomas de edificios y el antisemitismo, y anunció que Biden dará un mensaje en el Museo del Holocausto en Washington la semana próxima para discutir “el deber moral de combatir el creciente flagelo del antisemitismo”, anticipó la vocera presidencial, Karine Jean-Pierre.

“Hemos sido muy claros en cuanto a que los estadounidenses tienen derecho a protestar pacíficamente. Tienen derecho a protestar pacíficamente, siempre que estén dentro de la ley y sea pacíficos. Tomar por la fuerza un edificio no es pacífico. Simplemente no lo es”, dijo Jean-Pierre. “Los estudiantes tienen derecho a sentirse seguros. Tienen derecho a aprender. Tienen derecho a hacer eso sin interrupciones. Y tienen derecho a sentirse seguros en el campus, y tienen derecho a asistir a su graduación sin sentirse inseguros”, continuó.

“Y al mismo tiempo, vamos a ser muy contundentes aquí y seguiremos subrayando que el antisemitismo es un discurso de odio. Está mal. Es aborrecible y seguiremos denunciándolo”, amplió.

Un grupo de estudiantes de la Universidad de Columbia, que abogan por los palestinos, acceden al icónico edificio Hamilton Hall mientras se reúnen para organizar una manifestación en el campus de Nueva York, Estados Unidos, el 30 de abril de 2024Anadolu – Anadolu

El virtual candidado republicano, Donald Trump, buscó capitalizar el caos visual de las protestas. “¿Crees que los lunáticos de la izquierda radical que están causando todo el CAOS en nuestros colegios y universidades lo están haciendo para quitar la ATENCIÓN de nuestra frontera sur, donde millones de personas, muchas de ellas de prisiones e instituciones mentales, están llegando en tropel a nuestro país? ¿¿¿Solo preguntaba…???”, escribió Trump en su red social, Truth Social

“¿Dónde está DORMILÓN JOE? ¡¡¡Está DURMIENDO, ahí es donde!!!”, atizó.

Con el campus de Columbia despejado, la presidenta, Minouche Shafik, ensayó un llamado a la concordia. Shafik, que llamó dos veces a la policía para desterrar la protesta, dijo que la universidad tiene una larga tradición de activismo, mencionó la guerra de Vietnam -ironías del destino, ayer se cumplieron 56 años desde que la policía despejó también una histórica toma de edificios en el campus en 1968–, el movimiento de los derechos civiles o la protestas contra el apartheid en Sudáfrica.

“Pero los estudiantes y activistas externos rompiendo las puertas de Hamilton Hall, maltratando a nuestros oficiales de Seguridad Pública y al personal de mantenimiento y dañando la propiedad son actos de destrucción, no discurso político”, distinguió Shafik. “Tomará tiempo sanar, pero sé que podemos hacerlo juntos”, completó.

La organización detrás de la protesta en Columbia, Students for Justice in Palestine, le respondieron que permitir ataques a los estudiantes en nombre de la seguridad era “vergonzoso”.

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