El Senado comenzó este miércoles el juicio político (impeachment, en inglés) al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, impulsado por los republicanos en la Cámara de Representantes, con una votación en la que se descartó como inconstitucionales los dos artículos en su contra gracias a la mayoría demócrata, cerrando así el proceso sólo cuatro horas después de que empezara formalmente.
Los demócratas, con ligera mayoría en el Senado y liderados por Chuck Schumer, senador por Nueva York, rápidamente desestimaron los artículos de impeachment, que requerían solo de una aprobación por mayoría simple. Los republicanos buscaban alargar el proceso y hacerlo lo más políticamente doloroso posible para sus rivales.
El primer artículo fue desestimado con 51 votos a favor y 48 en contra; acusaba a Mayorkas de negarse de forma “consciente y sistemática” a cumplir con las leyes federales sobre inmigración.El segundo artículo acusaba a Mayorkas de mentir al Congreso sobre la seguridad de la frontera; fue desestimado por 51 votos.
En ambos casos, los demócratos estimaron que las acusaciones en contra de Mayorkas no constituían crímenes o faltas graves (high crimes or misdemeanores, en inglés), por lo que los declararon inconstitucionales. Se necesitaban al menos 67 votos (de un total de 120) para remover al secretario de su cargo.
También se desestimaron varias mociones impulsadas por los republicanos para intentar aplazar la sesión o alargar los trámites para evitar que se descartaran los artículos directamente.
Por lo tanto, ya no hay ninguna posibilidad de que Mayorkas sea condenado y apartado por eso de su puesto, según informó NBC News, la cadena hermana de Noticias Telemundo.
Ninguno de los 51 demócratas del Senado se había declarado partidario de seguir con el juicio político, e incluso algunos republicanos moderados se mostraron abiertos a posponer los artículos tras un debate, argumentando que la conducta de Mayorkas no ameritaba su destitución.
La presidenta pro tempore del Senado, la demócrata Patty Murray, presidió el juicio. A la 1 de la tarde (hora de la costa Este), ella y los otros 99 senadores prestaron juramento como jurados del juicio político. Ambos partidos trabajaron el martes para intentar llegar a un acuerdo sobre un proceso que pudiera incluir tiempo para un debate limitado y votaciones sobre mociones de los republicanos.
“Lo que espero que ocurra es que haya una oportunidad al menos para algún debate una vez que hayamos jurado el cargo, pero preferiría no pasar directamente de jurar el cargo a ¡boom!, vamos a terminarlo”, indicó la senadora republicana Lisa Murkowski, que se mostraba escéptica sobre el impeachment.
[Mayorkas visita la frontera y dice que depende de México que baje el flujo migratorio]
“Como mínimo, tiene que haber un proceso”, añadió, “y si sólo se termina, no sólo se está poniendo a los republicanos en una situación difícil, sino que se está sentando el precedente de que esto es lo que vamos a hacer con cada impeachment en el futuro”.
Este martes los 11 fiscales del impeachment en la Cámara Baja cruzaron todo el Capitolio para llegar hasta el Senado y entregaron en mano los dos artículos, en los que se acusa a Mayorkas de no hacer cumplir las leyes de inmigración y de no asegurar la frontera, así como de mentir al Congreso bajo juramento, por afirmar que la frontera de Estados Unidos con México es “segura”.
Tras la lectura de los artículos en el pleno del Senado, los fiscales se unieron a los senadores republicanos en una rueda de prensa en la que exigieron un juicio completo e indicaron que una moción para prescindir rápidamente de los artículos no tendría precedentes.
El senador republicano Mike Lee, que ha liderado la presión de su partido para que se celebre un juicio completo, agregó que sería “aceptable” que el Senado remitiera los artículos a un comité especial de impeachment. “Sé que muchos preferiríamos tener un juicio completo en el pleno, pero ambas opciones son aceptables”.
Inmediatamente después de que terminara el juicio, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, se dirigió a los miembros en el hemiciclo.
“Hemos sentado aquí un precedente muy desafortunado que significa que el Senado puede ignorar, en efecto, el juicio político de la Cámara de Representantes”, afirmó McConnell. “No importa si nuestros amigos del otro lado pensaban que debería haber sido destituido o no: fue enjuiciado”.
“Y al hacer lo que acabamos de hacer, hemos, en efecto, ignorado las indicaciones de la Cámara [de Representantes] de que hubiera un juicio”, continuó. “No teníamos pruebas, ni procedimiento. Este no es un día de orgullo en la historia del Senado “.
Por su parte, el senador John Fetterman, demócrata por Pennsylvania, bromeó con los periodistas al decir que el juicio de destitución fue “impresionante” y lo calificó como “la cúspide de la vida civil en estos momentos. […] Ha sido un milagro”.
Cuando se le pidió que respondiera a las advertencias republicanas de que esto sentaría un precedente para futuros juicios, Fetterman respondió: “Todos estábamos perdiendo el tiempo aquí. […] Esto fue como un mal espectáculo que me obligaron a ver”.
En una declaración al final del juicio en el Senado, el senador Jon Tester, demócrata por Montana, dijo que “lo que está sucediendo en nuestra frontera sur es completamente inaceptable” y “la Administración Biden debe hacer más para mantener seguros a Montana y a nuestro país”.
Tester busca la reelección en Montana, un estado tradicionalmente rojo, en noviembre y votó junto con el resto de los demócratas para desestimar los artículos de destitución contra Mayorkas.
“Los habitantes de Montana quieren soluciones reales que aseguren la frontera, no juegos partidistas de los políticos de Washington”, indicó Tester. “Estoy de acuerdo con mis colegas republicanos que han dicho que este ejercicio es una distracción que no hace a nuestro país más seguro. Es hora de que el presidente [Joe] Biden y el secretario [Alejandro] Mayorkas utilicen su autoridad ejecutiva para asegurar nuestra frontera, y que el Congreso apruebe una legislación bipartidista de seguridad fronteriza, para dar a las fuerzas del orden los recursos y [llevar a cabo] los cambios de política que se ha dicho que son necesarios para hacer el trabajo”.
