Impatiens wallerana (su nombre científico) es una de las plantas más elegidas para darle vida y color a patios, jardines, balcones y terrazas. Acá te contamos todas sus curiosidades y cuidados para que la conozcas mejor.
Seguro escuchaste su nombre alguna vez. La alegría del hogar o Impatiens wallerana (su nombre científico) es una de las plantas de exterior más elegidas para darle vida y color a cualquier jardín.
Resistente, de rápido crecimiento y gran capacidad de floración, es una especie relativamente fácil de cuidar aunque puede tener algunas “mañas”.
En el marco de la Semana Deco Para Ti te contamos todas sus curiosidades y cuidados para que la conozcas un poco más y la tengas en cuenta la hora de planificar tu paisajismo.
Alegría del hogar, la planta más colorida
Nativa de África, pertenece al género Impatiens y se le conoce también por los nombres orejas de oso, balsamina o miramelindo, según el país.
Es una planta herbácea perenne anual, con un fuerte tallo que puede llegar a alcanzar los 60 cm de altura en poco tiempo.
La alegría del hogar ofrece flores de los más diversos colores y patrones: desde el blanco, el rosa y el violeta hasta el rojo y el naranja. Las hay mixtas, dobles y sencillas, y tienen cinco pétalos con un pequeño espolón, muy característico. Su hoja es de un color verde intenso y muy vistosa.
Como si fuera poco, con los cuidados adecuados, puede dar flores durante todo el año. Una belleza para llenar de color la casa durante los meses más “apagados” del año.
Es muy común ver a la alegría del hogar creando auténticos tapices floridos en patios y jardines. Sin embargo, también es muy utilizada en macetas colgantes para decorar balcones y terrazas.
Cómo cuidar una alegría del hogar
- Luz y ubicación: exteriores donde no reciba sol directo, ya que podría quemar sus hojas y flores. Puede tolerar los primeros rayos de la mañana o los últimos de la tarde.
- Temperatura: para que la alegría florezca necesita una temperatura de más de 16 °C, por lo que en invierno estará en reposo.
- Riego: abundantes, ya que exige una tierra siempre húmeda. Lo ideal es hacerlo una vez a la semana en invierno y dos o tres en verano.
- Sustrato: fresco y con un buen drenaje que evite los encharcamientos y permita que sus raíces se aireen.
- Fertilizante: se recomienda aplicarle un abono específico con el agua de riego cada 15 días.
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