El cielo de la tarde estaba despejado sobre la costa este de Estados Unidos hace 13 años, cuando un piloto de la Armada de Estados Unidos que volaba un avión caza F/A-18 en misión de entrenamiento recibió una llamada para investigar un objeto volador no identificado.
El comandante David Fravor ya tenía a la sazón una larga experiencia como piloto, pero nada en su entrenamiento de aviador lo había preparado para vivir lo que testificó el 14 de noviembre de 2004.
“Puedo decirles, creo que no era de este mundo”, dijo Fravor sobre el objeto esta semana al programa ABC News, luego de que el propio Pentágono admitiera la existencia de un programa secreto para investigar avistamientos de OVNIs.
El Advanced Aviation Threat Identification Program (Programa de Identificación de Amenazas Aéreas Avanzadas) que según The New York Times y Politico, fue una idea original del senador por Nevada, Harry Reid, se mantuvo en secreto desde 2007 hasta 2012, cuando fue clausurado por cambios en las prioridades presupuestarias del Pentágono.
Lo que vio Fravor ese día —a unas 100 millas frente a las costas de California, entre San Diego y la ciudad mexicana de Ensenada— es probablemente el hallazgo más importante del programa que eventualmente costó unos $22 millones de dólares.
Según lo describe Fravor se trató de un objeto oblongo, más o menos del mismo tamaño que su avión, sin alas, y capaz de moverse a gran velocidad.
“No estoy loco, no había bebido. Fue luego de 18 años de volar. Había visto casi todo lo que hay que ver en este mundo, y les digo, esto... ni por cerca”, dijo Fravor.
El objeto volador fue captado por la cámara de otro avión de la armada y ese video, ahora desclasificado, ha sido publicado por varios medios estadounidenses esta semana.
Fueron los controladores aéreos de un barco de la Armada que se encontraba en el área quienes instruyeron a los pilotos a que dejaran lo que estaban haciendo y volaran hacia un punto donde los radares habían captado varios objetos que caían desde el cielo desde una altura de 80.000 pies y “ascendían de regreso inmediatamente”, relató el piloto.
“Así que pensamos, ‘OK, esto se va a poner interesante’”, recuerda Fravor.
Mientras esperaban a que los objetos aparecieran en su radar, otro aviador avistó algo. “Y yo dije, ‘Dude, ¿visto eso?’.
“Miramos hacia abajo, vimos algo blanco en el agua, como si algo estuviera sumergido, y que las olas le chocan, pero junto, y la cosa está volando alrededor, es como si fuera un [dulce de menta] Tic Tac, y da vueltas —izquierda, derecha, hacia delante, hacia atrás, al azar”
“Nunca había visto algo así en mi vida, en mi historia de aviador, que tenga esa clase de capacidad, de aceleración —no pierdan de vista que no tenía alas”, subraya Fravor.
El objeto no mostró el tipo de ondas que deja el rotor de un helicóptero o la fuerza del chorro de un jet en el agua del océano.
Los aviones se acercaron para investigar el objeto, que comenzó a imitar sus movimientos antes de desaparecer.
“A medida que nos vamos acercando, acelera rápidamente, sube más alto que nosotros y desaparece”, recuerda el piloto.
Fravor asegura que no hay explicación racional para lo que vieron ese día.
“No sé si era extraterrestre, pero yo diría que un universo infinito, con múltiples galaxias conocidas, y que seamos el único planeta con vida, es un universo muy solitario”.
“Era un objeto real, existe y lo vi”, dijo el lunes a The Washington Post. “Algo no de esta Tierra”.
El senador Reid, ahora retirado, dijo en su cuenta de Twitter que el programa fue importante. “Esto es sobre la ciencia y la seguridad nacional. Si Estados Unidos no toma el liderazgo en responder a estas interrogantes, otros lo harán”.