El Gobierno señala la desinformación, la tensión por las guerras y la inmigración irregular, por este orden, como los tres principales riesgos y amenazas para la seguridad nacional en 2024 y también para el próximo lustro.
Así queda reflejado en el Informe Anual de Seguridad Nacional 2023, elaborado por el Ministerio de Defensa, el de Interior, el Centro Nacional de Inteligencia el Ministerio de Exteriores y Presidencia del Gobierno, entre otros organismos.
Estos tres factores, unidos a la vulnerabilidad de España en el ciberespacio y la amenaza del terrorismo y la radicalización violenta, son los principales riesgos detectados en los últimos 12 meses. Gracias a la información de múltiples instancias y a una encuesta realizada entre expertos, algunas de esas circunstancias se consideran “elementos de preocupación” para el próximo lustro.
Mientras en los años anteriores destacaba la “vulnerabilidad energética” como una de las principales preocupaciones para la seguridad nacional, ahora son estas otras las más destacadas. Los resultados del estudio muestran que el principal factor se centra en “las campañas de desinformación y el empleo del ciberespacio para fines irregulares”.
Este aspecto, resalta el documento consultado por EL ESPAÑOL, “cobra especial relevancia a la vista del intenso calendario electoral de 2024”. A juicio del Gobierno, la capacidad de influencia en la opinión pública convierte las redes sociales en un vehículo idóneo de propagación que puede ser empleado por determinados agentes para explotar vulnerabilidades en el marco de “una estrategia híbrida”.
Los cinco riesgos y amenazas para la Seguridad Nacional que presentan una tendencia más negativa a cinco años. DSN
Rusia es uno de los países que busca desestabilizar a toda costa y pone todos los medios para hacerlo. Tal y como ha adelantado EL ESPAÑOL, sus servicios de inteligencia están llevando a cabo acciones con la intención de “desestabilizar y polarizar a la sociedad y socavar su confianza en las instituciones”. Rusia impulsa campañas de desinformación “de manera oportunista”.
Así, a juicio del CNI, “ha manipulado el apoyo de España a Ucrania para lanzar campañas de desinformación destinadas a introducir en el debate público dudas sobre la pertenencia de España a la OTAN”.
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Ciberespacio y ciberataques
La segunda preocupación es la vulnerabilidad en el ciberespacio. En 2023 se ha constatado un aumento en el número, frecuencia, sofisticación y severidad de impacto de los ciberataques hasta convertirse en el peor año de la historia en esa materia: el CNI registró 107.777 incidentes, la mayor cifra de la historia. También la cifra de incidentes altos (31.807) e incidentes muy graves para la ciberseguridad (5.176) en los que los espías han tenido que intervenir son las más elevadas de siempre.
En ese ámbito, en 2023 se han notificado 8050 episodios a la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad (OCC) del Ministerio del Interior, con las principales amenazas vinculadas a grupos cibercriminales del Kremlin. Estas se han materializado en ataques cibernéticos que han bloqueado los espacios virtuales de organismos como Puertos del Estado, RENFE o Adif.
En otro orden, el informe refleja un clima de mayor tensión estratégica con dos escenarios que dominan la agenda internacional: la invasión ilegal y no justificada de Ucrania por parte de la Federación Rusa, y la espiral de violencia en Gaza, a consecuencia del ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023.
En tercer lugar, la intensidad de los flujos migratorios irregulares en España a lo largo del año 2023 es motivo de especial atención. Tal y como recoge el informe, este año se ha registrado un aumento del 95% de llegadas a España respecto al año anterior (56.039 migrantes irregulares), siendo la ruta hacia las islas Canarias la de mayor intensidad.
Junto a 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa y se produjo un efecto llamada al ir personalmente a recibir al buque Aquarius y a centenares de inmigrantes al puerto de Valencia, 2023 es el peor año que se recuerda en cuanto a estas cifras.
Situación “pesimista”
Esta problemática se percibe como la tercera que más riesgo entraña para la seguridad nacional del país. Solo en octubre, el mes con mayor número de llegadas irregulares por vía marítima a España, un total de 17.328 inmigrantes alcanzaron territorio español, la mayor parte de ellos llegados a las islas Canarias procedentes del Sahel.
Durante 2023 la mayor parte de la presión migratoria provino principalmente de Marruecos, Senegal y Argelia, señala el informe, pese a ser tres países con los que España se esfuerza en mantener unas relaciones amistosas. Además, llegaron subsaharianos no identificados (probablemente de Mali, Guinea o Gambia).
El informe termina describiendo la situación actual como poco halagüeña, señalando que el desenlace de la guerra en Ucrania es absolutamente incierto, y que la radiografía, en general, que se hace desde la Seguridad Nacional sobre el presente y el futuro es un tanto “sombría”. Tanto es así que a medio plazo (10 años), la evolución del panorama global se percibe, en general, “de forma pesimista”.
