El cuerpo de un ser humano acostumbrado a hacer ejercicio de manera habitual sufre distintas consecuencias cuando de un día para el otro esa persona en cuestión tiene que abandonar los hábitos que tanto bien le hacían.
Ya sea por una cuestión social como un viaje, un cambio laboral o la llegada de una criatura a la familia, por temas de salud, donde ya entran en juego otras cuestiones, o por simple gusto, porque está claro que dejar una actividad para muchos es más sencillo que iniciarla, el cambio se nota.
Según lo define el portal especializado Medline Plus, hacer ejercicio físico “tiene muchos beneficios, incluyendo mejorar su salud general y aptitud física, y bajar su riesgo de muchas enfermedades crónicas”. Por ello, es una forma segura y eficaz de mejorar la salud y, a partir de eso, el bienestar.
El ejercicio fisíco resulta una parte importante a la hora de mantener un estilo de vida saludable. Foto: Shutterstock.Hacer deporte implica moverse de manera regular, algo que ayuda a prevenir y controlar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y los problemas cardíacos.
Además, el ejercicio colabora con la tarea de poder mantener un peso saludable, reduce el estrés y mejora la salud mental, entre otras ventajas. Por eso, es importante hallar maneras de mantenerse activo y mentalmente estimulado, incluso cuando no se tenga la capacidad de hacer una actividad como antes.
Una de las formas más adecuadas de prevenir los efectos negativos de dejar de hacer ejercicio es elegir hacer actividades menos exigentes como, por ejemplo, caminar, nadar o andar en bicicleta.
Elegir actividades menos exigentes, como la natación, es una opción para quienes no pueden hacer ejercicio intensivo. Foto: Shutterstock.Se trata de acciones que colaboran con la salud cardiovascular, reducen el estrés, mejoran la flexibilidad y, lo más importante, te mantienen activo. Otra forma de prevenir los efectos negativos de dejar de hacer ejercicio es optar por ejercicios de estiramiento, ya que ayudan a aumentar la flexibilidad y a prevenir lesiones.
Al momento de hacer ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, unos neurotransmisores que ayudan a reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo. Además, la actividad física ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad, mejorar el sueño y aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Qué pasa si se deja de hacer ejercicios
Pérdida de masa muscular
Cuando se abandona el ejercicio físico, el cuerpo pierde masa muscular y se vuelve más débil. Esto puede dificultar el desempeño de tareas cotidianas y también puede incrementar el riesgo de lesiones.
Suba de peso
Realizar ejercicio físico de manera regular ayuda a quemar calorías y a mantener un peso saludable. Al dejarlo de lado, se puede ganar peso y aumentar el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Mayor riesgo de enfermedades crónicas
A la hora de reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer, el ejercio físico es un buen aliado. Dejar de hacer ejercicio sube la chance de contraer de estas enfermedades y puede disminuir la calidad de vida.
Reducción del bienestar mental
El ejercicio físico resulta una forma importante de reducir el estrés y mejorar el bienestar mental. Cuando dejamos de hacer ejercicio, podemos experimentar un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión.
Pérdida de flexibilidad y movilidad
La actividad física también ayuda a mantener la flexibilidad y la movilidad en las articulaciones y los músculos. Si la abandonamos, podemos experimentar una pérdida de flexibilidad y movilidad, lo que puede dificultar la realización de actividades cotidianas.
